*16.- San José y el Volcán El Arenal.

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Salimos de la Terminal de buses de Limón a las 9:00 am y luego de una parada técnica en el camino, llegamos a San José a las 12:30 pm. De la terminal de buses tomamos un taxi que nos llevo a nuestro destino final, la casa de mi tía en Zapote, muy cerca de la Parroquia de La Inmaculada Concepción. Pasamos el resto de la tarde en San José centro, donde fuimos a la casa de cambio para cambiar nuestro dinero por colones, visitamos el Mercado Central y regresamos a casa.

Vistas del Mercado Central de San José

En una de las fondas del mercado pudimos observar el típico “gallo pinto” costarricense, que se sirve como plato principal en el desayuno acompañado de arepas, natilla, chorizo y café chorreado. El gallo pinto nace de la necesidad de darle mejor sabor al arroz que no se usó el mismo día que se hizo, y para disimular su aspecto de arroz amanecido o recalentado, se decide convertirlo en Gallo Pinto agregándole frijoles.
Si desea la receta dese una vueltecita por el blog de Cocina Costarricense de mi amigo Capricornio donde podrá localizarla en esta dirección:
http://recetasdecostarica.blogspot.com/2008/01/gallo-pinto.html

Calle peatonal a la salida del mercado

En la noche hicimos las investigaciones necesarias para ir al Volcán Arenal, se nos dijo que debíamos ir a La Fortuna, un poblado que está a las faldas de dicho volcán y de allí ya podíamos arreglar una gira al Volcán.

Hicimos una maleta para las dos, además Doris llevaba un bolso grande y yo mi mochila pequeña. Íbamos en plan de mochileras subiendo y bajando buses jajaja.

Luego de nuestro desayuno, nos lanzamos a la aventura, tomamos un taxi que nos dejara en la piquera de los autobuses que van para La Fortuna. Debimos esperar hasta la hora que salía nuestro transporte. A la hora indicada entregamos la maleta para guardar en el portaequipajes del autobús, recibimos nuestra colilla para reclamarla al final del viaje y subimos de primeras, tomando los puestos deseados, que eran los dos primeros apenas se sube, del lado derecho, desde allí podríamos apreciar todas las vistas del camino.

Ya en el camino entramos a varios poblados donde se subían y bajaban pasajeros, uno de ellos fue Zarcero, donde al pasar frente al parque Francisco Alvarado, situado frente a la Iglesia de San Rafael, pudimos observar las tan famosas figuras esculpidas en pinos cipreses, en otra entrada les contare al respecto.

Continuando nuestro viaje, al cabo de cierto tiempo un pasajero, con pintas de turista, se aproximo al conductor del autobús para denunciar que le habían robado su mochila con seis mil euros y sus medicamentos, la cual había colocado en la parrilla que estaba arriba de su asiento, el conductor nada podía hacer porque él solo responde por el equipaje que se le entrega para guardar en el porta equipajes. Luego nos explico que son bandas de ladrones que siguen a la persona cuando se sube al autobús, observan donde coloca sus pertenencias en la parrilla de arriba de los asientos, y en las próximas paradas del autobús las van moviendo de lugar hasta que ya no están donde su dueño las había dejado, la toman y se bajan del autobús sin ningún problema. ¡Bien por Doris y Mhathy que no usaron la parrilla de arriba para sus bolsos! ¡Chicas precavidas valen por dos!

Al llegar a La Fortuna luego de aproximadamente cuatro horas y media, nos encontramos con un hombre con unas volantes ofreciendo hospedaje con desayuno, Internet, refrigeradora en la habitación, cocina donde preparar alimentos si se deseaba y lo mejor con precios súper económicos que variaban de acuerdo a si se escogía habitación con baño privado o con baño compartido. Como nosotras habíamos averiguado precios en un hotel que no nos había asegurado si habría habitación disponible y el precio era más del doble de lo que nos ofrecía este hombre, no lo pensé y solo dije que sí y empezamos a seguirlo, luego de que pasamos el parque y se fue alejando me asusté y le dije a Doris que para donde nos iba a llevar ese hombre que por cierto iba muy entusiasmado delante nuestro, ella solo me contesto que yo no le di oportunidad de averiguar con las personas presentes si él era de confianza o no. La cosa fue que gracias a Dios nos llevo a la Posada Roca Virgen donde nos atendió una de las propietarias de Nombre Carolina, por cierto panameña de nacimiento, cosa curiosa, nos dio el precio en dólares y no en colones, y al preguntarlo en colones tuvo que hacer la conversión con una calculadora, contratamos una habitación con baño privado y luego nos oriento ofreciéndonos un paquete de una gira para ir a ver el volcán esa misma tarde, luego ir a bañarnos en las aguas termales de Baldí, que es un hotel con Spa y piscinas de aguas termales, seguido de un bufet en el mismo sitio.
Posada Roca Virgen

Tuvimos suerte, porque como era temporada baja los precios eran razonables y accesibles tanto en el hospedaje como en la gira a la que asistimos, así que nos fuimos a la habitación para arreglarnos ya que nos recogerían a las cinco y media de la tarde, se nos sugirió llevar vestido de baño pero lo habíamos dejado en San José luego de haber decidido no llevarlos y los dejamos, lamentable error.

A la hora indicada vinieron a recogernos, y nos llevaron a un paraje frente a la ladera del volcán que quedo completamente a oscuras tan pronto el carro se detuvo y apago las luces, solo se oía el cantar de los grillos y los ruidos normales del monte, y pudimos al fin observar lo que tanto deseábamos, todo un espectáculo de lava roja deslizándose por la ladera del volcán acompañada de un rugido muy fuerte. El guía nos proporción unos binoculares para poder observar mejor.

Las fotos que tome no salieron, es una lástima porque el espectáculo es maravilloso. No vimos el volcán de día porque pensábamos que podíamos perder el transporte de regreso a San José, pero hemos pensado que debemos regresar, ya que de noche se observa la lava ardiendo cuando va cayendo y de día se ven las rocas rodando, son dos vistas diferentes, lo cual sí amerita que regresemos.

Sin embargo si buscan en Google imágenes del volcán encontraran muchas para darse una idea de lo que observamos y disfrutamos.

El Volcán Arenal es la mayor atracción turística de Costa Rica, se encuentra localizado a siete kilómetros de La Fortuna, su altitud es de 1,657 metros, y su observación se puede dar tanto de día como de noche, y que aunque el nivel de actividad varia, puede limitarse a pequeñas erupciones o mostrarse en todo su esplendor, siempre está en constante actividad desde el 29 de julio en que hizo una explosión descomunal arrojando gases, piedras calientes, cenizas y lava, acabando con la vida de más de un centenar de personas. Anterior a todo esto era considerado como un volcán pacífico y se le conocía con el nombre de Cerro Arenal.

Ha vuelto a hacer erupción en los años 1975, 1993, 1998 y el 2000, en una de esas erupciones murieron dos turistas y un guía turístico. Las autoridades están en estado de alerta debido a que es uno de los volcanes más peligrosos en la actualidad.

También debido al volcán se puede disfrutar de las aguas termales en cualquiera de los balnearios que hay en los alrededores. Estas aguas son calentadas por el río sulfuroso del Volcán Arenal.

En nuestro caso luego de observar el volcán nos dirigimos a Baldi Hot Spring Hotel and Spa donde tendríamos la oportunidad de bañarnos y cenar luego en buffet, aquí fue donde nos arrepentimos de haber dejados los vestidos de baño pero el guía nos dijo que luego de haber pagado y estando en el lugar era imperdonable no bañarse así que se dirigió a la recepción a ver si tenían algo que nos pudieran prestar para bañarnos y nos llamó para que buscáramos en una bolsa a ver que nos podía quedar, debo decir que luego de la pena inicial revisamos y vimos ropa completamente limpia y doblada, y buscando y buscando, encontramos que ponernos, a mi me toco un short de hombre y un top de dama, a Doris un short de hombre y una camiseta, suerte que no había nadie conocido por los alrededores.

En los vestidores se nos cobro por el uso del casillero, nos dieron toallas y la llave. Nos cambiamos y nos dirigimos a buscar donde bañarnos, no nos alejamos mucho ni pudimos explorar todo el sitio, porque es muy grande y ya se nos estaba haciendo tarde para disfrutar de nuestro buffet luego del cual nos vendrían a recoger como las nueve y media de la noche. Sin embargo, de tener tiempo, en Baldí se puede disfrutar de 25 piscinas de aguas termales, tres toboganes, de la belleza del paisaje, también desde algunas de sus piscinas se puede observar el volcán.

Baldi Hot Spring Hotel and Spa

Baños y vestidores

Regresamos a la posada satisfechas de la experiencia vivida, nos preparamos para pasar la noche y nos acostamos a dormir. Al día siguiente después de un suculento desayuno, café, pan, mermelada, queso, mantequilla y frutas, nos despedimos de las dueñas, y nos fuimos a ver lo de nuestro regreso a San José, realizado este trámite, mientras Doris revisaba su correo en un Internet yo me di un corto recorrido por el pueblo.

La Fortuna es un pueblo encantador y tranquilo, que le ofrece al visitante una gran variedad de servicios y productos turísticos, se encuentra a 10 kilómetros del Volcán Arenal, es un pueblo con bastante actividad, donde se puede encontrar hospedaje acorde a cada presupuesto en cualquiera de sus posadas, hoteles o resorts. Cuenta además con servicio de guías turísticos que ofrecen paquetes de visitas al Volcán o a otros lugares de interés de los alrededores.

Al fondo en días no nublados se puede apreciar el volcán en toda su majestuosidad

Iglesia parroquial de La Fortuna

Vistas del parque frente a la iglesia

Regresamos a San José en horas de la tarde sin más novedades.

Ya en casa Doris me pregunto sobre lo que haríamos al día siguiente porque ella deseaba ir a algún otro lugar. Ella tiene una frase muy jocosa para hacer la pregunta, “y ahora tía que hacemos” en recuerdo de su sobrinita que cuando salían a pasear siempre hacia esa pregunta. No tenía nada planeado ya que nunca pensé que esta sobrinita postiza fuera a ser tan inconforme, pero nuevamente nos pusimos a investigar y decidimos ir a Grecia a visitar la Iglesia de la Virgen de las Mercedes, también conocida como la Iglesia de Metal.

El recuento de la visita a Grecia y a Cartago viene en la próxima entrada. No se la pierda.


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